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Por Javier Vidal, empresario hotelero y técnico turístico-gastronómico noveno dan, desde más allá del siglo XIII.
Un ascendiente mío, infiel y sarraceno, llamado el Visir Ibn Marwan, que en árabe significa suave, ameno y agradable, tuvo la feliz idea en el año 770 de crear y fortificar a 862 metros de altitud la villa más alta de Portugal, encima de un muro granítico e inexpugnable y muy cercana a la villa romana de Ammaia, en pleno y actual Parque Natural da Serra de Sao Mamede, a solo 6 km de la frontera con España y muy cerca de Alcántara y Cáceres.
Mis primos sarracenos disfrutaron de la Magia de este inconmensurable enclave geográfico, hasta que en el año 1160 las tropas cristianas portuguesas reconquistaron su tierra, siendo finalmente en 1299 cuando el Infante Dom Dinis la reconquistó a su hermano e inició la construcción de su emblemático Castillo-Fortaleza, Monumento Nacional, que tiene un aljibe inmenso con luceras naturales que les permitía tener reservas de agua para resistir asedios de más de seis meses.
A la comarca del Alentejo le voy a dedicar varios álbumes con, espero, fotos e imágenes atractivas para motivarles a que viajen para vivir y sentir el embrujo que atesora esta Región hermana peninsular, que ahora, como nos pasa a nosotros, están sufriendo muchísimo con la puñeterísima Crisis a la que nos han condenado los insolidarios países ricos europeos.
En Marvão viven menos de 200 personas y el turismo es su primera y, espero, creciente industria.
Queridos hermanos portugueses, he peregrinado con respeto a vuestros lares para daros la fuerza de mis imágenes en Internet y mi afectuoso calor, para que sigáis viviendo con esperanza y solidaria dignidad.
Me alojé una romántica y brumosa noche de principios del otoño de 2012 en el confortable y barato Hotel rural Dom Denis, que está al lado de los Jardines del Castillo y tiene un aparcamiento fenomenal. Las mermeladas de tomate, melocotón e higos que hace la abuela del joven gestor hostelero son pura delicatessen y el bizcocho de su madre, con sabor a canela, nos fascinaron el desayuno.
Mi recomendación para una cena con vistas es reservar mesa en el restaurante de la Pousada Santa María, que también tiene una treintena de muy confortables habitaciones, algo mas caras que el Dom Denis pero con peor aparcamiento.
La cena para dos, con propina, nos costó 85 euros y el maître Jose Simao nos atendió maravillosamente, explicándonos todos sus secretos culinarios. Ademas de un aperitivo variado, que ya sabéis que siempre cobran, excepto que no os guste y mandéis que lo retiren, tomamos un caldo verde, una sopa de tomate con orégano y huevo pochado (con foto), luego un riquísimo Bacalhau assado na brasa sobre batatas novas y pimentos salteados (con foto), que costaba 22 euros; yo me incliné por recordar la tradicional carne de porco á Alentejana (con foto), que siempre va acompañada de almejas, 17 euros. De postre probamos las monacales migas dulces, el dulce de vinagre y la exquisita Sericaia (con foto).
El vino branco regional alentejano de 13º se llamaba Conventual, ya que se hace en una cooperativa de Portalegre, siguiendo los tradicionales métodos vitivinícolas de los antiguos conventos que poblaban esta paradisíaca región alentejana y yo, para seguir mi pasado, también tomé una excelente cerveza Sagres, ya que me encanta desde siempre su sabor.
Junto al río Sever, muy cerca de Marvão, hay un hotel-restaurante en un parquecito junto a las remansandas aguas de este idílico curso fluvial, donde practican una cocina con una excelente relación precio-calidad y se llama como el nombre del río.
Muy cerca de Marvão está Castelo de Vide y en otro miniálbum, otro día, os mostraré sus imágenes, para que no os perdáis de conocerlo. |
Aunque pensaba hacer un álbum completo dedicado a la villa medieval de Castelo de Vide, al estar solo 5 km de Marvão, que es superfamosa, me he inclinado a unir en su álbum solo cuatro fotos de la llamada por el Rey Don Pedro V, 'La Sintra del Alentejo' sorprendido por su belleza, cuando la visitó en octubre de 1861, un mes antes de morir de cólera a los 24 años de edad.
La Serra de São Mamede donde está situada es un Parque Natural de espectacular belleza, con arbolado, viñedos y famosísimas fuentes, como la que permite embotellar el agua mineral Vitalis, que es la más famosa, premiada de Portugal y mi compañera de mesa. El romántico y lluvioso día que visitamos su judería, sinagoga y Castillo, nos favoreció, para disfrutar la singular experiencia de sentir la emoción de esta preciosa y hospitalaria villa que atesora solo 24 iglesias y capillas.
Animo a mis miles de seguidores, que viajen al Alentejo y se dejen sorprender por su naturaleza, historia y gastronomía, sin olvidarnos de la Hospitalidad que demostraron los ciudadanos de Castelo de Vide cuando a partir del año 1450 acogieron a muchísimos judíos españoles, expulsados de su reino por los Reyes Católicos, que no eran tan católicos como su nombre presumía.
El rey Dom Dinis inició la construcción de su emblemático Castillo en 1299 y sus murallas cubrían un cercado de 2,5 km, donde años más tarde poblaron los artesanos y creativos judíos.
Les recomiendo aparcar su vehículo en las afueras y disfrutar a pie de sus callejuelas estrechas adornadas con multitud de flores, que concursan cada año para obtener el galardón que premia su belleza.
Hay un hotelito pequeñito, barato y superconfortable en que, para encontrar habitación, deberían hacer su reserva con mucha anticipación, y que se llama Vila María, para desde, en varios días, descubrir la parte alta del Alentejo portugués.
En los cálidos meses veraniegos esta medieval villa tiene un conjunto de piscinas públicas, sencillamente Espectacular, que hará las delicias de niños y mayores.
En Booking podrán encontrar muchas ofertas de sencillos alojamientos en esta paradisíaca zona del Parque Natural de la Sierra de São Mamede, que les subyugará con unos vinos buenísimos y una gastronomía sencilla, honrada y tradicional, con precios contenidos.
En Castelo de Vide les recomiendo el restaurante Alentejano, que tiene una agradable terraza exterior y la churrasqueira O Miguel y a la entrada de Marvão, el restaurante y cómodo hotel Sever Río, que está ubicado en un lugar precioso y refrescante, al lado del río Sever. En el restaurante Alentejano, unos cogumelos "campiñones" gratinados y el bacalhau dourado, con una sericaia o encharcada de postre y dos botellitas de agua Vitalis y vino alentejano, para dos personas, compartiendo el primer plato, no rebasarán los 30 euros con el abusivo 23% de IVA incluido.
El recorrido por las callejuelas de la judería del Castillo les puedo asegurar que les va a impactar, como me pasó a mí. Visiten pausadamente la Sinagoga y no olviden parar el tiempo cuando se acerquen a la famosísima y Monumental Fuente de la Villa, del siglo XIV.
Otro lugar pleno de magia y misterio es la Fonte da Mealhada, que está al lado de la planta embotelladora del agua mineral Vitales, del siglo XVI, mi favorita, como les decía antes. Los creativos portugueses dueños de esa ejemplar empresa son también propietarios de una de las maravillas hoteleras balnearias del país hermano, que espero visitar en el futuro, con su compañía, y es el 5* Vidago Palace. Quien bebe de esta milagrosa fuente, siempre vuelve a Castelo de Vide para casarse con la pareja soñada; disfruten este Secreto.
Otra de las muchísimas curiosidades de esta singular villa medieval es que tuvo en el pasado una fábrica de champagne francés, de la familia Le Coq, debido a las características de sabor que otorga a las vides este maravilloso microclima del alto Alentejo, donde estoy seguro que encontrarán su paz y felicidad, queridos amigos.
No se dejen acogotar por la Crisis que han creado estos incompetentes políticos de todos los partidos, que tenemos que sufrir, e intenten, como hago yo, dentro de sus posibilidades, seguir consumiendo para ayudar a que no se destruyan mas empleos.
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