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Como la mayoría de los seguidores de mi web no tienen la posibilidad de vivir en completa libertad y con la independencia de un corsario gourmet las miles de placenteras sensaciones que el Destino me ha regalado, me agrada compartirlas con ustedes para que al menos las sientan a mi lado.
Lamento no contestar ningún mail pero, repito, los agradezco y presiento que mis imágenes les ayudan a soñar y a no sentirse tan solos y desafortunados en muchos momentos. A un fiel seguidor andaluz que se pasó ocho pueblos, pidiendo por mi web ONG que me deberían dar el Premio Príncipe de Asturias y el nombre a dos calles, le ruego que lea mi Blog Denuncia Política y se enterará que pido la disolución de la carísima y absurda monarquía y la eliminación de 40.000 políticos sobrantes, que nos han dejado en cueros para así ahorrarnos el gasto de comprar el bañador cada temporada.
Quiero rendir homenaje a hosteleros singulares que hacen de su vocacional oficio un arte superior, rozando la divinidad humana. Álex y Juan son hermanos de Jaime Miguel Gual Bryant y con su madre inglesa Patricia, trabajan en sólido equipo en el sencillo Celler La Parra en Puerto Pollença, tratando de mantener una gastronomía regional al inigualable sabor de la cocina con leña.
Les recomiendo que lo conozcan, pues sus precios son contenidos para todas las economías, con gran calidad de producto. Si desean que les preparen algún pescado fresco de la Bahía de Pollença, hagan el encargo al menos dos días antes y descubrirán el mestizaje que da cocinar en el tradicional fuego de la leña balear.
La zona Norte de Mallorca tiene un toque british incuestionable, que podrán disfrutar al máximo en La Terrassa del Hotel Illa d’Or, que está desde 1929 al final del paseo Vora Mar. Reserven con tiempo una de sus ocho románticas mesas, justo pegadas al tranquilo mar de la bahía de Puerto Pollença y déjense mimar por el mágico entorno; sencillamente excepcional. Su acompañante, sea quien sea, seguro que se lo agradecerá y ambos se enamorarán del lugar, que, además, tiene unos precios muy razonables. Hasta la caldereta de langosta, previo encargo, por 128 euros dos raciones, me parece baratísima y el atardecer no se lo voy a mostrar, para no darles excesiva y honrada envidia. Tienen música en vivo para que a los postres se beban todo el Mediterráneo y nunca se haga de día. El personal es excepcionalmente profesional y la joven camarera que nos atendió y se llama Toñi Salazar, es sencillamente seda aterciopelada con amabilidad y oficio rozando lo excelso. Jóvenes como ella son los que me hacen sentir que superaremos todas las dificultades que estamos sufriendo en España por culpa de estos políticos, ineptos, carísimos, inmorales y aprovechados, en su más indigna mayoría.
Si desean bañarse en las impolutas aguas públicas de playa Formentor sin estar alojados en ese emblemático y lujosísimo hotel que ahora dirige la cadena Barceló, les recomiendo que entren con su coche al hotel, con opcional reserva previa de mesa en su restaurante de playa llamado Platja Mar, pagan 10 euros por dejar el coche y pueden utilizar, pagando hasta 40 euros por tumbona, colchón, toallas y sombrilla, una de sus exclusivísimas tumbonas. También hay un parking público supersaturado, que cobran 7 euros por vehículo o pueden hacer una excursión en barco desde Puerto Pollença o en el yate de algún amiguete politico o empresario corrupto por el injusto, muchas veces, Poder.
Yo solo pagué 10 euros por el parking interior y me estuve bañando en soledad monacal, alejado unos 500 metros hacia el este, andando un poquito por el caminito público que va pegadito al mar y a la valla del hotel Formentor.
Las fotos que les regalo seguro que les van a encantar, pues como bien saben, yo solo me baño en lugares mágicos y solitarios; si hay barullo agobiante, prefiero quedarme en casa y hacerlo todo virtualmente, que aunque ya todos sabemos, no es lo mismo, es un buen sustitutivo Low Cost. |
Vista matutina de una de las playas de Puerto Pollença.
En este agradable paseo junto al mar hay muchísimos restaurantes que al anochecer aumentan su atractivo.
Otro rincón playero de Puerto Pollença.
Maravilloso paseo Vora Mar que llega hasta el emblemático hotel Illa d'Or.
Idílico Bar del hotel Illa d'Or, que tiene una clientela de culto muy British, desde que en Agatha Christie durmió en él.
Es una experiencia muy recomendable cenar en el restaurante Terrassa del hotel Illa d'Or, como muchísimas celebrities que viajan a Puerto Pollença.
En las ocho mesas que tiene pegaditas al mar este idílico restaurante del hotel Illa d'Or han disfrutado sus atardeceres de postal innumerables celebridades, como Jane Seymour o Anthony Quinn.
El hotel Illa d'Or es una joya de la historia turística de Puerto Pollença, las barquitas que hay en las playinas las utilizan para acercarse a los grandes yates de su protegido Puerto Deportivo.
Uno de los platos de nuestra romántica cena Vora Mar fueron estas gambas rojas peladas, con crema de azafrán y linguini negros por solo 18, 40 euros. Les recomiendo que hagan con mucho tiempo su reserva en este increíble y mágico lugar, que no está en las Guías Gastronómicas de restaurantes por ser del Hotel Illa d'Or, pero no es necesario estar alojado en el. La caldereta de langosta, encargada unos días antes de ir, solo cuesta para dos personas, 128 euros.
Imagen del Celler la Parra, donde se practica una tradicional culinaria tradicional Balear desde 1962 y a precios muy razonables.
Este exquisito pedazo de Lechona asada al horno de leña, pretendía comérsela el futbolista del Manchester Anelka sin saber que era para un semidiós turístico como un humilde servidor, al que Álex, jefe de sala y copropietario, cuidaba con cariño, doy fe y agradecimiento.
El arroz de ciego o de señoret, se toma sin ninguna cáscara para dar solo cucharadas y paso atrás, como si fuéramos invidentes, con la comodidad de no tener que limpiar nada. En Baleares y Levante es habitual acompañar el arroz con pedacitos de pimiento verde, como si fuera pan.
Las chuletinas de corderos mallorquines, que se sacrifican a partir de los ocho meses, tiene un sabor único y solo valen 15 euros en el Celler La Parra.
La tarta de queso que hace la materfamilias inglesa Doña Patricia es casi un afrodisíaco gastronómico que no deben olvidarse de probar.
El típico Gató con helado de turrón es otra de las delicias que prepara Doña Patricia, la madre de los tres titanes y hermanos hosteleros que publicitan la buena cocina tradicional Balear desde el Celler La Parra, de Puerto Pollença, al que soy asiduo cliente. El vino de la casa es también algo celestial que seguro les encantara.
Este mágico lugar es el Mirador del Colomers, de camino a playa Formentor y al Faro, desde donde se ve al Norte, la hermana y también bellísima isla de Menorca.
La Sierra de Tramontana, con alturas de hasta 400 metros, nos brinda estas imágenes de postal que espero haber sabido no restarles ni un ápice de su gran encanto y belleza Natural.
Les podría incluir muchas más atractivas imágenes que tengo desde el Mirador del Colomers, pero no quiero descubrir todas sus sorpresas.
Estoy casi emocionado como un niño, pensando en el solitario y embrujador baño que me voy a dar en Playa Formentor, que es un claro Patrimonio de toda la Humanidad.
Esta Playa Formentor es objeto de deseo de mallorquines y turistas amantes de irrepetibles bellezas naturales.
Los mallorquines no necesitan el apoyo solidario y publicitario de mi web ONG Turística virtual, pero en estos tiempos difíciles todas las ayudas seguro son de agradecer, espero.
Hace ya muchos años esta maravilla era la playa privada del lujosísimo hotel Formentor, que ahora regentan mis admirados hoteleros, la familia Barceló.
La primera vez hace ya muchos lustros que me bañé es estas impolutas aguas de playa Formentor, no podía imaginarme que ayudaría a publicitar sus encantos a través del mundo virtual de Internet.
La ventaja que tiene visitar las Islas Baleares a primeros de Junio, es la temperatura y el sol, disfrutes plenamente garantizados. Hay muchísimos secretos que no les descubro, por miedo a que no tengan la Cultura del Sol en grado noveno Dan, como el que les habla, enseña y distrae, for ever and ever, amen, queridos seguidores de mi web y otros fieles mirones, nindunguillos de naninolandia.
Me alegra que el mundo pueda ver y disfrutar a mi lado las sensaciones de un mágico baño en el exclusivo Paraíso de Playa Formentor.
La anécdota de mi solitario baño en el centro de esta última imagen, es que una pareja de exquisitos ingleses casi más mayores que yo, que se alojaban en el hotel Formentor, me pidieron permiso para poder compartir estas impolutas aguas que son casi milagrosas para curar depresiones y todo tipo de tristezas. Como les agradó charlar conmigo, me confesaron que a pesar de ser unos impenitente y lujosos viajeros por el ancho mundo, nunca habían descubierto un rincón de paz natural tan idílico como los jardines y playa que rodean el Hotel Formentor, orgullo de Mallorca y del Universo, desde el año 1929, en que se construyó y en el que he tenido la suerte de vivir momentos para no olvidar.
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