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Por Javier Vidal, viejo empresario hotelero catalán, que disfruta como un chaval, viviendo nuevas experiencias turísticas y compartiéndolas con todos mis fieles seguidores.
Dedico estas fotos a los ineptos dirigentes socialistas de Asturias y España que me han obligado a viajar a la República China para decirle a su Primer Ministro que me solidarizo con él totalmente, después de ver cómo con 69 años, con un comunismo capitalista, con ni repajolera necesidad de democracia alguna, incluyendo la pena de muerte, está haciendo progresar como reactores a más de 1.350 millones de conciudadanos y que Don Rasputín Nuvolari Rubalcaba es el heredero y nuevo lider de la mayor banda de ineptos, que pretenden seguir arruinándonos desde unas poltronas políticas donde nunca por sus deméritos merecían estar.
Cuando se inaguró hace dos meses el hotel actualmente más alto del mundo, decidí que tendría que experimentar la sensación de tener el Puerto de Hong Kong a cuatrocientos metros por debajo, viéndolo desde la cristalera de la habitación.
Aunque no puedan pagarse esta cara experiencia, si viajan a Hong Kong, pueden vivirla tomándose una exclusiva copa en el Bar Ozone situado en la planta superior del hotel más alto del Universo y no olvidar tampoco saborear, tomando el té con unos sándwiches de pepino y pastas o unos deliciosos rollitos primavera, a partir de las 14 horas, todo el clásico Glamour del considerado hasta hace pocos años uno de los hoteles mas lujosos de Asia, que se llama The Peninsula.
Les he incluido una foto de la piscina, también más alta del mundo en el hotel Ritz-Carlton, pues sin estar alojados es imposible darse un baño en la planta 118.
P.D. Quiero decirle a mi joven e inteligente amigo Javi, politicamente infiel como yo, que trabaja con máxima efectividad de vendedor en el departamento de Bazar de Alcampo en Gijón, que aunque estábamos rodeados de una gran mayoría de nindunguis y bobos, el personal ha reaccionado y ha votado el cambio, aunque peyorativamente los llamen la Derechona, son los que espero les vayan a enseñar el camino de la anticorrupción y el fin de la mangancia en estado puro, para después de cuatro y como mucho ocho años si lo hacen bien, mandarlos al banquillo del paro político, pues en democracia el poder debía ser rotatorio obligatoriamente, para así evitar las habituales corrupciones choriceras que desde mi atalaya denunciaré caiga quien caiga, mientras sigamos con vida:
Queridos cabronazos, sabed que os vigilaremos sin descanso, pues somos muchos ciudadanos los que estamos hasta los bemoles de soportar vuestras satrápicas e indignas conductas.
Cuando vuelva más descansado, les daremos candela con el gran cilicio pues como eran unos horteras masoquistas, sé que les encanta, y empezaremos a ver qué escondían debajo de las alfombras de sus palacios. |
