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El río Duero desde la Ermita de San Saturio, Patrón de la preciosa ciudad de Soria.
Los chopos y álamos dorados junto al rio Duero, que tanto gustaban al intelectual y republicano Antonio Machado, Hijo Adoptivo de Soria, visto desde El Molino de Enmedio.
Electrizante visión parcial de los maravillosos Arcos de San Juan de Duero.
La Plaza Mayor de Soria, acompañados del silencio seco frío, de la otoñal noche.
La Alameda de Cervantes es otra de las muchas joyas naturales que embellecen esta preciosa y desconocida ciudad castellana.
La Iglesia de Sto. Domingo es otro de los impactantes Monumentos que podrán descubrir y disfrutar en su próxima visita a Soria.
Puente medieval sobre el mítico río Duero.
Imagen otoñal del río Duero desde el Puente medieval por el que se accede a Soria.
El moderno y confortable Parador de Turismo Antonio Machado, está situado en la parte más alta del Parque Municipal de El Castillo y tiene unas vistas espectaculares sobre el curso del río Duero.
La Concatedral de San Pedro en Soria, comparte desde el año 1659 la capital eclesial de la diócesis situada en El Burgo de Osma.
El pastel de Costrada es la delicatesen dulcera más famosa de Soria; este que les muestro es de las Mantequerías York y tiene todo el profundo y celestial sabor de un postre que difícilmente se olvida. Les recuerdo que la mantequilla dulce de Soria tiene Denominación de Origen Protegida.
La micología en Soria es uno de los grandes soportes de su gastronomía otoñal y las setas de cardo componen uno de mis sabores favoritos. Las de la imagen fueron preparadas en el restaurante El Fogón del Salvador, acompañadas de otros platos con boletus y níscalos o robellón que estaban también buenísimos.
Les recomiendo que no olviden probar si son dulceros como yo en el restaurante El Fogón del Salvador la torrija de pan brioche acompañada de helado de mantequilla de Soria y alucinaran con su excelso sabor que seguro les emocionará.
El Palacio de los Condes de Gómara es el mejor ejemplo del Renacentismo en la ciudad de Soria.
El Olmo seco de Soria al que Antonio Machado dedico uno de sus poemas.
Altar Mayor de la Ermita de San Saturio, anacoreta y Patrón de Soria.
Escultura en bronce dedicada al poeta y escritor santanderino Gerardo Diego en agradecimiento por ser un apasionado embajador del sutil embrujo que encierra Soria.
Los sabrosos y crujientes Torreznos que preparan en la mayoría de bares y restaurantes de Soria tienen desde el año 2013 la Marca de Garantía de Castilla y León.
Portada de la iglesia de Nuestra Señora La Mayor del siglo XVI y relajante asiento para contemplarla en plena Plaza Mayor.
La Alameda de Cervantes tiene románticos paseos, además de ser el pulmón de la atractivísima Soria.
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