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Calas de Perlora, a 8' de Gijón.
Playa de Las Palmeras o de Candás (Bandera Azul 2010), a 9' de Gijón.
Iglesia y Playa de Luanco (Bandera Azul 2010), a 16' de Gijón.
Palacio de los Selgas a 35’ de Gijón, en El Pitu junto al maravilloso pueblo de Cudillero (Deben concertar con tiempo la visita al también llamado Versalles asturiano).
La visita al Paisaje Protegido del Cabo Peñas, el más septentrional de Asturias, es tan impactante como imprescindible. Sus impresionantes acantilados de más de 100 m. de altura, nos recuerdan en el aula didáctica de su faro una larga historia de naufragios, al estrellar el embravecido mar contra su pétrea cuña barcos como si fueran cáscaras de nuez. Los percebes y centollos de esta zona son un increíble manjar.
Luanco, a 16' de Gijón.
Relajante vista de los alrededores de Bañugues, en el Concejo de Gozón.
Solitaria bajamar en la protegida playa de Bañugues un día de Agosto 2013, al poco de haber llovido.
Desde el año 1970 en que probé la langosta con verdura que preparaba Manuela Álvarez en el chigre marinero Casa Máximo me convertí en un adicto.
Beatriz que es la consorte de Juan Álvarez, y cocinan al alimón, prepara un pastel de pixín realmente sobresaliente en Casa Máximo.
Sabrosos percebinos recogidos en la sombra del Cabo Negro para prepararme Juan con ellos uno de mis revueltos favoritos.
Después de sabiamente cocidos, pelamos los percebes para que Beatriz me los preparara, salpimentados en revuelto con huevos de la casería de mi amiga Heidi Marta en la Llomba de Caldones (álbum 133).
Habiendo muchas leyendas sobre el verdadero creador de este sublime plato, la Langosta con Verdura, desde 1968 Manuela Álvarez, de Casa Máximo, fue quien la lanzó a la fama.
Todos los arroces con leche que se preparan en Asturias son, además de riquísimos, diferentes. El de Casa Máximo, requemado en el plato llano, es sencillamente especial.
Otro postre que siempre repito por su ancestral sabor es un pudding casero con manzanas que mezclo con unos frixuelos.
Esta pequeña ensenada es el minipuerto pesquero-deportivo del insólito pueblecito de Bañugues, cerca del Cabo Peñas, donde en Diciembre se recogen los percebes más gordos y sabrosos del Mundo.
Desde el puertecito de Bañugues les acerco con el zoom, ya con pleamar, el nuevo y romántico restaurante Long Beach (tel. 985 883 150), ideal para tomarse una ventresca de bonito a la plancha con pisto.
Cumpliendo mi compromiso con ustedes, el 29 de agosto del 2013, volví con dos de mis fieles colaboradores, en una soleada jornada, a la playa de Bañugues, para disfrutar de las tranquilas y limpias aguas de su ensenada y comer en esta mesa que les muestro del buen chiringuito veraniego Long Beach.
Al ser bajamar, la ensenada de Bañugues nos muestra sus más de 100.000 metros cuadrados de superficie y ya ven en la imagen lo poco masificada que está, permitiendo bañarse muy relajadamente a niños y mayores.
La primera presencia humana en Asturias, hace más de 100.000 años, lo atestigua el yacimiento arqueológico del Paleolítico Inferior situado muy cerca de este roquero percebero que protege la preciosa bahía de Bañugues.
Mientras mis colaboradores gastronómicos se solazaban bañándose y tomando el sol, yo me acerque egoístamente, en solitario, por la Senda litoral que une la playa de Bañugues con Luanco, para buscar las sensaciones paisajísticas placenteras al descubrir la impresionante mole pétrea del Cabo de Peñas, desde el este, que me place compartir con mis miles y fieles seguidores.
A las cuatro de la tarde en la mesa que les mostré antes del chiringuito veraniego Long Beach, después de unas zamburiñas a la plancha y unos tortos variados, que no estaban calentitos y recién hechos, como preferimos habitualmente comer, esta ventresca de Bonito del Norte nos supo sencillamente a la gloria del Paraíso Natural Astur, acompañada de un pisto rico, rico.
El postre fue un increíble, cremoso y requemado en el plato, arroz con leche, que fuimos a tomar al mayor y mejor templo gastronómico de toda esta idílica zona, que es el egregio y sencillo chigre marinero Casa Máximo de Bañugues, donde preparan desde 1968, previo encargo, una delicatessen máxima, que es la langosta con verdura, de la que soy un fiel seguidor desde el año 1970 en que la probé por primera vez como les explico y muestro en fotos anteriores de este álbum. Mis jóvenes colaboradores, recién llegados de sus vacaciones en Canarias, sencillamente fliparon con su sabor.
La Plaza de la Marina, es el corazón turístico y gastronómico de este bellísimo pueblo de pescadores llamado Cudillero, situado a 40’ de Gijón. Pregunten por el curadillo, pescado seco tradicional.
La visita a los agrestes acantilados de Cabo Vidio, de más de 100 m. de altura, puede ser el complemento ideal a un baño en la Playa de San Pedro (Bandera Azul 2010), Soto de Luiña, y a un Arroz con Bogavante o unos Centollos con Sidra en el próximo Rest. La Cueva, en Oviñana.
El circo natural que forman las polícromas casas de Cudillero nos recuerda el color de sus embarcaciones. A sus habitantes se les llama Pixuetos y la fiesta más importante L’Amuravela, el 29 de junio, que nos recuerda el aparejo de las velas con el viento.
El recoleto puerto y pueblo de Luanco nos recuerda su pasado ballenero, viéndose al fondo la Iglesia de Santa María. Visiten el Museo Marítimo de Asturias y la Torre del Reloj y además de su cocina marinera, prueben las marañuelas (postre típico).
Las diminutas angulas se aprovechan de la fuerza de las mareas vivas en noches sin luna para cruzar la ría de San Esteban de Pravia y adentrarse en el río Nalón, y es en ese momento cuando los pescadores tratan de capturar este delicioso y carísimo manjar.
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