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Santa Eulalia de Oscos, de ser una pequeña aldea de hidalgos que sobrevivían del duro trabajo agrícola y ganadero de sus tierras, se ha convertido en un centro turístico y artesanal de primer orden, con rutas a pie o a caballo, visitas a mazos, fraguas, molinos y aldeas-museos etnográficas, donde conviven las paneras y hórreos asturianos con los cabazos gallegos, cubiertos con pizarra o paja (teitos).
Desde el bosque de Pumares, donde hay un delicioso hotel rural con el mismo nombre, muy cerca de Santa Eulalia de Oscos, se inicia una suave senda de 2 h. (total ida y vuelta) a la cascada de Seimeira de Murias, sin riesgo de extravío.
Las murias de piedras coloreadas con musgos enmarcan esta maravillosa y suave senda a la "seimeira" o cascada, junto al truchero río Agüeira, a través de un frondoso y variado bosque de castaños, robles y abedules. Al inicio, junto al parking, y a media ruta, hay 2 idílicas áreas de descanso, donde disfrutarán su bocata de excursionistas.
Primera visión a lo lejos de la cascada, rodeada de un variado bosque. La decoración de líquenes que tienen las ramas de muchos árboles, nos indica la pureza del aire, exento de azufre, que respirarán. Verán también "corripas", que eran las construcciones de piedra donde se guardaban las castañas.
Esta bellísima visión de la acogedora "seimeira" o cascada es el premio a una excursión cultural, que seguro repetirán a lo largo de sus vidas. Reserven, para saborearlo con lentitud, al menos medio día de su tiempo, a este bosque mágico repleto de leyendas y de vida.
Muy cerca de Santa Eulalia, de camino al Conjunto Etnográfico de Mazonovo, pueden visitar, previa cita, la recreación de la casa natal-museo del marqués de Sargadelos. Si es época turística alta, no es aconsejable, por lo estrecho, acceder en coche; hagan el camino andando. El mazo, forja y ferrería de Mazonovo es un conjunto etnográfico ubicado en un lugar de gran belleza, que deben saborear con calma, dejando su coche en un pequeño parking, situado a 500 m. del mazo, en la carretera hacia Fonsagrada.
En la plaza de San Martín de Oscos, junto a su iglesia y hórreo con techo de paja (teito) está el emblemático Hotel-Restaurante La Marquesita. Visiten la aldea de Mon, a 5 km. de San Martín, su palacio del S.XVI tiene 2 blasones impresionantes, que incluyen leyenda de dragón, princesa y caballero salvador. Pueden ver también su mazo o pasear por un bosque encantado de robles y castaños centenarios hasta la aldea de Reboqueira.
Grandas de Salime es un bello concejo situado entre suaves colinas de 500 a 650 m. de altitud entre los ríos Navia y Agüeria. La geología de su terreno se muestra en los tejados de pizarra de sus casas. Rodeado de bosques y praderías de usos agrícolas y ganaderos, tiene un clima seco que hace muy útil su piscina municipal. Tuvo gran importancia en la ruta romana del Oro, debido a sus próximas explotaciones visitables. Hagan como hizo el rey Alfonso IX en el año 1222 y visiten esta atractiva villa del suroccidente astur y sus muchos tesoros etnográficos.
El Museo Etnográfico de Grandas de Salime fue creado en 1984 por D. José María Naveiras Escanlar, "Pepe el Ferreiro", mito y leyenda viva, que es actualmente su director. También fue el descubridor del castro del Chao de Samartín. El museo es uno de los mejores del mundo en su género y ha sido (y es) el motor del desarrollo de esta bellísima y desconocida zona.
El embalse de Grandas de Salime cambió la geografía de esta abrupta región de la cuenca alta del río Navia. Es de esperar, que a cambio de tanta riqueza que genera, facilite la visita turística al gigantesco y valioso mural de Vaquero Turcios (padre y hijo), que atesora la central hidráulica.
Muy cerca de Grandas de Salime, carretera hacia Pola de de Allande, en plena mini Ribeira Sacra astur, está la joya del medievo rural de San Emiliano. Dejen su coche en un nuevo aparcamiento que hay a la entrada del pueblo y descubran andando con calma las muchas bellezas etnográficas de esta remota y deliciosa aldea-museo.
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