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En esta foto he tratado de captar la atmósfera del idílico paisaje donde se ubica el Parque de la Prehistoria de Teverga. Situado a 3,5 Km. de San Martín, la bella capital del concejo, y a 55’ de Gijón o a 40’ de Oviedo. Mi única recomendación es que lo visiten, ya que la recreación de las mejores pinturas de las cuevas del Paleolítico Superior de hace más de 20.000 años tiene tanto interés para el niño o ciudadano medio, como para el estudioso del tema. - Detalles del parque en mi sección de enlaces: www.atraccionmilenaria.com.
A 9 Km. de San Martín de Teverga hacia Pto. Ventana llegamos al Desfiladero o Foz de la Estrechura donde está Cueva Huerta. En su párking dejamos el coche y a través de dos cortos túneles iniciamos una atractiva y suave senda ascendente que discurre por un hayedo hacia el alto del Pando, desde donde se ve la aldea de La Focella, en 1 h. 45’ de paseo. No tiene pérdida y les gustará. (En el único cruce de sendas tomen la de la izquierda que es la que les lleva a La Focella y si se cansan antes dan la vuelta hacia el inicio).
El Monumento Natural de Cueva Huerta está al inicio de la Foz de la Estrechura. Es con 14 Km. de galerías la segunda cavidad cárstica de Asturias. La caverna tiene una gran colonia de murciélagos de cueva (especie amenazada) que hiberna en la misma. Es una visita guiada de 50’ que gustará a toda la familia. Tfnos. de contacto: 666 557 630 ó 628.
A 11 Km. de San Martín de Teverga, nada más cruzar la Foz o Desfiladero de la Estrechura se encontrarán con la aldea de Páramo. Alójense o coman en el Hotel Rest. Casa Manolo, tfno.: 985 764 184 o 382. Con la aldea de Villa de Sub, que se ve en la derecha superior de la foto, y La Focella fueron concejo independiente con privilegio de hidalguía hasta 1783, concedido en el Siglo XI por el rey leonés Bermudo III. Tiene un tejo de más de 400 años que parece un chaval, por lo bien conservado que está. Los hidalgos lugareños dicen que las aguas del río que beben sus raíces lo rejuvenecen.
A 4 Km. de Páramo, hacia Pto. Ventana, a la derecha, verán un párking con paneles de señalización de la ruta didáctica al hayedo de Montegrande. El recorrido de ésta suave y llana ruta es de 4 Km. de placer natural que se anda despacio en menos de dos horas.
Las tres fotos de la senda tratan de motivarles para que se animen a conocerla, lo único que, como siempre, les recomiendo es zapatos Goretex ya que algunos tramos con lluvia pueden tener charcos y barro. Están señalizados varios tipos de árboles, cantaderos de urogallos y la fuente de las Vallinas, a la que, según leyendas medievales, los leprosos venían a beber de sus aguas para curarse.
Al final de la ruta, se inicia otra senda de dificultad media (que no les recomiendo por peligrosa) hacia la cascada del Xiblo, aunque sólo es de 1 Km. es mejor ir en coche a la bellísima aldea de La Focella, a 3 Km. de Páramo y en una ascendente senda llegar en 1 h. 45’ a ver su espectacular salto, pudiendo los muy andarines en otra hora más, con dificultad media ya que es una subidita, descansar del esfuerzo en la braña de las Navariegas. La cascada puede verse con prismáticos, desde la última curva de la carretera antes de llegar a La Focella.
A 5 Km. aproximadamente de Páramo hacia Pto. Ventana, en una curva pronunciada, se cruza el puente de La Ortigosa y a la izquierda verán la senda que va hacia la braña de Las Cadenas. La única dificultad que tiene este delicioso paseo es que el párking es escaso. Yo les recomiendo que entren en la senda que es para uso ganadero y a los 50 m. se ensancha el camino pudiendo, con cuidado, girar el coche y dejarlo aparcado cerca de la salida, o entrar en la senda marcha atrás para salir con facilidad.
Son sólo 2,4 Km. por el hayedo de Montegrande hasta llegar a la braña de Las Cadenas. Esta pequeña y suave excursión les aseguro que les impactará. Detrás de éste tronco vacío me encontré un sorprendente Belén. Al fondo derecha de la foto se ve uno de los varios Corros que atesora esta braña vaqueira.
En el hayedo de Montegrande es fácil que se encuentren con algún zorro, como me pasó a mí y aunque también hay osos, lobos y urogallos, verlos es casi imposible. Esta senda es más soleada que la del hayedo de Montegrande por lo que se puede ir perfectamente con los carritos de los niños, que lo disfrutarán más que los mayores, al ser éste un bosque mágico.
Como les decía, esta braña maravillosa lo tiene todo: corros, cabañas, fuente, río, bosque, acebos y una pradería fenomenal para, en días soleados, disfrutar de una siesta sobre la hierba después de su comida campestre, pero, por favor, no dejen nada, ni las colillas de los cigarrillos si es que aún no han dejado de fumar y no se olviden de probar los callos y la tarta de queso del Rest. Hotel Casa Manolo, en Páramo, que es un enclave único para pasar unos días en completa paz natural.
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