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La iglesia de Santa María de Villanueva está a 5 km. de San Martín, capital del concejo de Teverga, en la buena carretera AS-265 (a 60’ de Gijón y a 45’ de Oviedo) hacia el puerto de San Lorenzo de 1374 m. donde se inicia el Parque Natural de Somiedo. Es monumento nacional desde 1921, de estilo románico pleno, s. XI y XII, construida sobre un antiguo monasterio que era tan importante como el de San Pedro de Teverga. Es deseable que sus obras de restauración se agilicen para que turistas y asturianos puedan disfrutar (sin andamios) de sus capiteles adosados a las semicolumnas donde se recrean junto a escenas bíblicas, otras de animales endiablados que esperan la visita del “exorcista”. La pila bautismal del s. XI es otra de sus maravillas.
El concejo de Teverga, además de formar parte del Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa, está repleto de bellezas naturales, una de ellas es la ruta vaqueira que se inicia en la braña de Tuiza, situada a 9 km. de San Martín en la carretera AS-265 hacia el puerto de San Lorenzo, donde deben dejar el coche. Además de un pequeño párking junto al cartel indicador de la ruta, hay bastante espacio en la misma braña o majada. Los teitos o cabañas con techo de escoba (que es un arbusto de la zona) de los vaqueiros y su ganado son los más próximos desde el centro de Asturias, si no disponen de más tiempo para acercarse en otra media hora hasta el colindante Parque Natural de Somiedo.
Yo les recomiendo, por tener más encanto natural, que finalicen su corta excursión en la braña de Llamaraxil, junto a la campera del pico Troméu, donde deberían relajadamente comer, volviendo por el mismo camino que a la ida siguiendo la pista hasta Tuiza (sin pasar otra vez por la braña de El Rebellón), evitando así el contacto con el asfalto, ya que si llegaran hasta el puerto de San Lorenzo deberían volver a braña Tuiza por la carretera AS-265 y les destruiría el hechizo que tiene esta suave y variada ruta vaqueira. Esta imagen es del inicio de la senda, al poco de abandonar la braña de Tuiza y tiene una duración máxima de 1 h. (si hacen muchas fotos, que seguro que las harán) hasta la majada de Llamaraxil.
A esta bellísima vaca que pasta a sus anchas al inicio de la senda, le queda menos de una semana para que sus dueños los vaqueiros la lleven a los establos de invierno en las aldeas del bajo-valle, pues a finales de octubre la poca yerba que queda la queman las heladas. Pasará el invierno contando los días que faltan para que, en el próximo mes de abril, con la primavera, la retornen a su ansiada libertad. Estos impolutos pastos son la fórmula secreta de la leche del Paraíso Natural.
El camino es una senda donde circulan los vaqueiros con sus vehículos cuando suben a cuidar su ganado y es muy fácil para andar, aunque siempre con zapatos Goretex ya que en algunos tramos en época de lluvias se forman barrizales y no olviden el práctico bastón de apoyo. Este bellísimo teito está a 10’ del inicio, junto a los pastizales de la primera de las brañas que vamos a conocer, llamada “El Tronco” a 1050 m. de altitud.
A 500 m. de la braña “El Tronco”, la senda tiene una bifurcación, tomen el camino de la izquierda y en otros 10’ llegarán a la braña de El Rebellón, que es una majada muy grande con variadas cabañas y teitos y está a 1150 m. de altura. Entre sus cinco teitos hay uno de planta circular, inusual en esta zona vaqueira.
Las vistas que hay desde la braña de El Rebellón son sencillamente espectaculares, se aprecia todo el valle de Teverga, protegido por el cordal de Sobia, el puerto de Marabio y, al fondo norte, la sierra del Aramo, entre otros muchos picos. Cuando acabemos de ver la braña, debemos ascender unos 200 inclinados metros por la pradería, como les indica la señal para retomar la pista ganadera hacia la majada de Llamaraxil.
Después de andar otros 20’ de senda ascendente, rodeados de acebos, hayas, piornos, escobas y otros arbustos, que cuando florecen en verano forman un decorado natural de mil colores de una belleza casi infinita, llegarán a la braña o majada de Llamaraxil, donde relajadamente les recomiendo que coman y disfruten de lo afortunados que son por estar en tan idílico lugar.
Los dos picos que rodean la bellísima campa de Troméu, entre pastizales, acebos y regatos que forma el naciente río Bayo son: el pico del Cuervo, de 1578 m. de altitud, en cuya ladera nace el río y el pico Troméu de 1344 m. que han dejado a la izquierda al iniciar la senda que discurre en altura paralela a la campera.
En la braña de Llamaraxil hay un cartel explicativo de los tres tipos de construcciones que tiene esta recóndita braña vaqueira: corros de piedra, teitos con techo de escoba y cabañas con techos de teja. Me comentó un pastor que encontré que la población de osos, por las huellas que él observaba, había crecido en los últimos años afortunadamente, pero que nunca había tenido la suerte de encontrarse con ninguno.
Yo he ascendido por ustedes otros 200 m. hasta la vega Degollada, donde en época de lluvias se forma una pequeña laguna, para hacer esta foto parcial del bosque que rodea la campera de Troméu y que está enfrente de la braña de Llamaraxil. En el centro de la foto sobresale la pica de uno de sus teitos. A 150 m. del fondo, a la izquierda de la vega Degollada, donde siempre hay mucho ganado pastando, en el camino marcado por las pisadas de las vacas que va hacia puerto Ventana y que no les recomiendo que hagan, está la fuente del Teixo, que mana placer para humanos y rumiantes.
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