|
Distinguidos fans de mi trabajo ONG TURÍSTICO VIRTUAL en favor de la Promoción Turística de Asturias; estoy llegando al final del camino para saldar mi deuda de 40 años, por permitirme, esta idílica Región, disfrutarla y saborearla con tanta pasión e intensidad, este es el antepenúltimo álbum de esta mi serie de múltiples ideas para exquisitos de la naturaleza y gastronomía en estado puro que pueden encontrar en este Paradisíaco rincón del Mundo; abran bien sus ojos y vivan en mi compañía las múltiples sensaciones placenteras de estos últimos paisajes. Hoy nos vamos hacia el Palacio de Mon, que está a 5 Km. de San Martín de Oscos, donde he dejado el coche. La llana y tranquila carretera me permite mostrarles en esta foto el increíble y suave entorno que rodea a San Martín.
Como San Martín está en un altiplano bastante abierto, pero a más de 600 metros de altitud, por la noche refresca algo. Durante el día, sobre todo en la época veraniega, la piscina municipal es un servicio básico para cuando vuelvan un poco cansados de disfrutar en sus innumerables y fáciles Rutas. Las vacas de la zona son de producción cárnica y sus filetes saben de maravilla pero tienen una estampa tan bella, que apetece ser vegetariano. Los montes nevados que se ven al fondo del paisaje son los de la próxima y Protegida Sierra de Carondio.
Después de una horita de suave paseo, ya estoy admirando este noble y bello edificio del Palacio de Mon, siglos XVI y XVII; por si no pueden andar ese paseo cardiosaludable desde San Martín, dejen su coche en una zona donde la carretera se ensancha y caben unos 8 vehículos, GPS: 43º 16’ 16” Norte & 6º 54’ 53” Oeste y a 600 metros de altitud. En Internet tienen toda la historia de esta emblemática Casona-Palacio.
Por problemas entre los herederos, esta propiedad privada, Monumento Histórico Artístico, sale a subasta pública en los próximos días. Estoy seguro que alguien la comprará y quizás haga un Hotel para Gourmets, al que le vaticino un rotundo éxito; yo sería, si vivo, uno de sus primeros clientes. Los blasones nobiliarios barrocos, que decoran su fachada principal, orientada al mediodía, son epatantes, como pueden ver en la foto.
La Ruta de Mon, como se lo sugiere con folletos y web la Asociación Turística Oscos-Eo, tiene una distancia de 12,6 Km., que no es mucho si son buenos caminantes, pero mi recomendación es que reduzcan el recorrido de 4,5 horas a dos y media o incluso a dos horas y sin andar nada a media hora, que es lo que vamos a tardar en acercarnos a la Capilla de Santa Marina y al impresionante Mirador natural sobre un desnivel de más de 300 m. que hay hasta el fondo del valle del río Ahío, donde sólo quedan los restos del antiguo Mazo de Mon. En la foto desde el camino al Mazo y la Capilla, les muestro, con su verde esplendor, la paradisíaca quintana que rodea el Palacio de Mon.
Si se desvían en el primer cruce a la derecha, descenderán en unos 40’ a través de un mágico bosque autóctono hasta los restos del Mazo de Mon junto al salvaje y bellísimo río Ahío, que nace a los pies de la Sierra de la Bobia. Podrán ver “corripas” que son construcciones de piedra donde secan y protegen las castañas. Pero les recuerdo que la vuelta es un poco fuerte, si no están acostumbrados a esforzarse en las cuestas, ya que salvar el desnivel de más de 300 metros les llevará con calma, un poco más de 70’. Nosotros nos desviamos a la izquierda y a 50 metros encontrarán la Capilla, con la Virgen rural de Santa Marina, que he incluido en 1/8 de foto en el ángulo del pie derecho de la imagen.
Nada más sobrepasar la Capilla, detrás de unos muros de piedra que delimitaban las propiedades agrícolas, les muestro la ladera alta del bosque por el que se inicia el descenso al derruido Mazo de Mon. Disfruten el idílico momento.
Ya estamos en este maravilloso Mirador natural. Las vistas del bosque por el que discurre la idílica bajadita hasta el Mazo, son impresionantes. Al fondo se ve perfectamente la próxima y Mielera villa de Pesoz, que es la capital de otro Concejo guapísimo del alto Navia. Si les apetece bajar al Mazo y ahorrarse la cuestecita de vuelta, pueden ir en coche a Villarmazo que está a 9 Km. de San Martín de Oscos por AS-13, un poco antes del puente y la paradisíaca Área Recreativa que hay junto al mítico río Agüeira. Cuando acaba la suave pista válida para todo tipo de coches, anden 15’ y sin darse cuenta ya estarán viendo los restos etnográficos del antiguo Mazo de Mon.
La foto les muestra las construcciones que hay en el fondo del valle del río Ahío, que como les dije nace en la Sierra de la Bobia, junto a innumerables caballos que pastan en total libertad, como hago yo habitualmente. No olviden hacer la miniexcursión al Molino de Sequeiros, que está en el álbum que dedico a Pesoz. Es una completa maravilla de la Naturaleza Astur y se llega andando en menos de 20’. También se puede bajar al Mazo de Mon en bici de montaña o andando 1 hora por la pista que se encuentra a la izquierda, a mitad de camino entre el Puente sobre el río Agüeira y la idílica aldea de Argul.
Les he acercado con el zoom de mi sencilla y poco pesada cámara Sony H-10 a esta construcción circular, con muros altos; para que vean lo que tenían que hacer los habitantes de estas recónditas brañas de montaña para proteger sus colmenas de la desenfrenada pasión de los osos por la miel. Se llaman “Cortines” o “Cortín” y están salpicados por las laderas de esta insólita y salvaje Asturias. El tipo de cámara que ahora utilizo se lo he dicho, ya que me lo han preguntado algunos fans y no es necesario tener un pesado y caro maquinón profesional para hacer fotos buenas. Los gramos, cuando tengan los siglos que tengo yo encima, pesan más que los años y en mi equipaje de campo, los trato de eliminar al máximo.
Última visión de la Sierra de la Bobia, donde nace el río Ahío y está el Puerto y Mirador de la Garganta por el que se accede a Vegadeo. No se si apreciarán en su ordenador los “Cortines” que salpican sus bosques y los molinos de viento que producen electricidad y presiden su cresta. Mi opinión estética de los molinos ya la conocen: Excepto que se intenten colocar en montes emblemáticos, alterando su imagen, en el resto de los casos me parecen hasta decorativos y así nos recuerdan que debemos ahorrar energía al máximo.
|
|