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El día 30 de Octubre del 2009 fue la fecha escogida para regalar a los muchos amigos hosteleros del Concejo de Cangas del Narcea, tres álbumes de Naturaleza en estado puro, para motivar mucho más el deseo de conocer este bellísimo y aislado Concejo del Sur Occidente Astur. El día iba a ser perfecto parar tratar de plasmar el increíble Arco Iris otoñal de los bosques que rodean Moal, la Puerta de Muniellos. A las 7.30 salí de Gijón, donde vivo, y a las casi dos horas estaba rindiendo homenaje a las brumas que rodean el estanque truchero de Pilotuerto, del mítico río Narcea, foto 1; la foto 2 es del Monumento Histórico Artístico del Monasterio de Corias, donde se abrirá en breve un amplio Parador Nacional de 5 estrellas. Las otras dos fotos son del Puente Colgante a la Basílica de Sta. María Magdalena y de la estatua que recuerda la Gran Descarga que atruena cada año los cielos de Cangas del Narcea, en honor a la Virgen del Carmen.
Cuando se alojen en el excelente Parador Nacional de Corias, muy cerca de Cangas del Narcea, no se olviden de probar esta joya viti-vinícola llamado Guilfa, hecho con uvas autóctonas de albarín blanco, fermentado y criado sobre sus lías durante siete meses; el del año 2017 es mi vino favorito de los ya muchos y ricos que se elaboran bajo la D.O.P. Cangas.
Por la carretera AS-15, me dirijo a Venta Nueva, que está a 18 km. de Cangas y desviándome a la derecha por AS-348, encontraré a 2 km. la idílica aldea de Moal. GPS 43º 2´47” Norte y 6º 38´24” Oeste, a una altitud de 580 metros. En la primera de las dos fotos compartidas se ven las primeras casas de Moal y al fondo, la montañina pelada que se atisba en el Mirador del Montecín o Pico Montecín de 1.011 metros, que espero conocer dentro de un par de horas. Moal es una aldea rural alargada que crece en paralelo a sus ricas vegas y al rio Muniellos. De entre sus muchos edificios etnográficos, he escogido este hórreo con techo de pizarra para protegerse de las nevadas de invierno.
Esta Ruta PR-AS 132, tiene una distancia de 9,4 Km. y con desnivel de 430 m. que se salvan con facilidad en unas 3 horas de suave andar; es de dificultad baja y apta en consecuencia para todos los públicos, con una importante recomendación: que excepto que sean jóvenes deportistas, para la gente mayor y los niños, no les aconsejo que desciendan desde la Campera de Braña Moncó a Moal, pues aunque es más corto, se resbala mucho y los últimos 50 metros de la Senda van por un arroyo pendiente de canalizar, donde seguro que les entra agua en su calzado. Es preferible desandar el bellísimo y cómodo camino de ida y disfrutar el doble. La Senda está perfectamente señalizada y es imposible perderse. En Moal, cuando encuentren la Capilla de San Juliano, crucen el río de Muniellos y dejen su coche en un amplio parking. Les he preparado la excursión virtual con muchas fotos que espero disfruten. Inicialmente nos dirigimos atravesando un Castañar idílico, hacia el sur, en paralelo a media ladera al rió Muniellos que viene de Tablizas a 4 Km. donde se inicia la Reserva Integral del Robledal de Muniellos.
Ya les decía en fotos anteriores, que en estos tres álbumes de la Ruta Virtual al Mirador de Montecín, sólo pretendo motivarles para que puedan compartir la suerte que normalmente tengo, de poder estar en rincones de la Naturaleza Astur irrepetibles e idílicos, en el mejor momento para los recuerdos fotográficos. Me he parado un momento para coger de mi minúscula mochila una gorra Columbia, que siempre llevo por su alta protección solar, para evitar que me caiga en la cabeza, alguno de los miles de erizos con castañas que constantemente están bombardeando y cubriendo el suelo, como si fueran balas en primera línea de cualquier guerra. Esta sensación sólo la podrán sentir si la viven como a mí me está sucediendo. La amplia senda está superpoblada de castañas que hacen las delicias de los jabalíes y quizás de algún oso pardo, para variar su energética dieta otoñal de bayas silvestres.
A la derecha de la Senda, sigo viendo algunas casas del alargado pueblo de Moal y su rica Vega junto al río Muniellos, donde habitualmente se solaza su ganado vacuno. Al poco de iniciar la Ruta, verán en un falso llano a su izquierda, varias construcciones de piedras circulares de 1 metro de altura y algo más de diámetro, donde antiguamente se guardaban parar secar las castañas y protegerlas del ánimo glotón de los jabalíes, se llaman corros ó corripias, en internet tienen fotos de las mismas.
Cuando crucen por este Castañar con sus hijos, lleven bolsas para recoger los erizos con castañas y secarlas luego en casa, para después tostarlas y comerlas. En todas las escuelas de Asturias, a finales de Octubre o primeros de Noviembre, se celebra la fiesta del Magüestu. En ella, los niños se emocionan recogiendo castañas en el campo y manzanas de Sidra, que en pequeños Llagares o Prensas convierten en la deliciosa Sidra Dulce. En otro álbum nuevo que estoy preparando de los alrededores de Gijón, les hablo de la experiencia gastronómica que desde los últimos días de Septiembre, hasta mediados de Diciembre, podrán vivir visitando alguno de los cientos de Llagares donde se hace la Sidra y probar su dulce y aún no alcoholizado zumo, que sorprenderá a los más pequeños.
Las Murias o muros del camino, enmarcan un paisaje espectacular durante todo el año, pero especialmente en Otoño. El bosque de castaños se mezcla con robles, avellanos, arces, fresnos, alisos y sauces, que cerca del río Muniellos forman su bosque de Ribera. Los frutos de los arándanos son los preferidos del mítico Urogallo, aunque los expertos dicen que prefieren comer las hojas más jóvenes de los acebos, que sus bolinas rojas, ó bayas, que decoran la Navidad.
Al Mirador del Montecín, se llega superando un desnivel de 430 metros en algo más de 1 ½ horas, sin ninguna dificultad, ya que está además perfectamente señalizado el camino. Yo tardaré más de dos horas, pues quiero parar el tiempo y beberme una pequeña parte de la infinita belleza que me rodea, en el lujo de la total soledad, ya que normalmente, mi mujer asturiana de Gijón, no me acompaña, si conoce ya la ruta, pues se le hace un poco pesado estas 12 horas de Excursión Paisajística y Gastronómica. El viernes 30 de Octubre salí de mi casa en Deva a las 7.30 horas y regresé a las 20.30, que no esta nada mal, sobre todo al escoger el día que me apetece de lunes a viernes, ya que el fin de semana se lo dejo para Vds.
Hasta que lleguemos en media hora de suave paseo a cruzar las tablas a modo de puente sobre un pequeño arroyo, que les mostraré en el próximo álbum, esta Senda es compartida por la que va a Tablizas, que es donde se inicia la visita, previa solicitud, a la Reserva Integral de Muniellos, donde sólo admiten 20 personas diarias, para mejor proteger su débil ecosistema. Los 60 Km. cuadrados del Robledal de Muniellos guardan el tesoro medioambiental del último Bosque Salvaje de Europa. Es una visita casi para expertos y gourmets de la Naturaleza, que viajan miles de kilómetros para ver y sentir los líquenes que decoran como barbas las ramas de sus centenarios robles de la variedad albar y que lo pueblan en un setenta por ciento.
Para el 80 % de los mortales,incluyendo los niños, la excursión al Mirador del Montecín les gustará mucho más que la visita a Muniellos, pues al ser un bosque muy cerrado tiene poca perspectiva óptica y el sol casi no entra entre su mágica y variada vegetación. Hay más de 400 tipos de setas y una fauna salvaje abundantísima, pero es imposible que vean un oso, lobo ó jabalí, ya que conocen por donde andan los humanos y se alejan de su presencia. El Bosque de Muniellos estuvo a punto de desaparecer, pues su explotación maderera se quería utilizar para reparar los maltrechos barcos de la Armada Invencible y siglos más tarde, para replantar pinos, después de talar sus centenarios robles; afortunadamente se salvó y ahora es Reserva de la Biosfera y Patrimonio de toda la Humanidad.
Otra cosa que es fundamental llevar con Vds. de excursión son unos pequeños prismáticos, que casi no pesan y ayudan a escudriñar todos los rincones del bosque. En estas dos fotos les muestro en la parte baja del valle del río Muniellos, un Cortín, que es donde se protegen las colmenas ó truébanos de la voracidad de los osos. La miel es uno de sus manjares favoritos y a pesar de la altura de sus muros, muchas veces se ingenian cómo escalarlos. Este cortín tiene una pequeña puerta de acceso situada a 1 metro del suelo, pero la mayoría no la tiene, utilizándose una escalera para recoger el néctar que producen sus abejas. No olviden comprar miel de esta zona, pues además de purísima, tiene un sabor personal inenarrable.
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