La Ermita Virgen de la Guía, del siglo XVI – La Villa de Ribadesella y su origen medieval, fue fundada en 1270 y es Conjunto Histórico Artístico desde 1973, por su bello casco antiguo – Los gigantescos murales de su iglesia parroquial – La cueva prehistórica de Tito Bustillo y la Cuevona – El Aula didáctica de la prehistoria – El Descenso Internacional del Sella en Piragua, declarado de Interés Turístico, es la más multitudinaria fiesta deportiva-folklórica de Asturias – Las angulas y los salmones del rio Sella – La gran riqueza medioambiental de la ría del Sella – La ruta al Pico Monfrechu de 897 metros – Sus bellos edificios de arquitectura renacentista e indiana – La parroquia rural de Collera y su playa de Arra, con el acceso peatonal sin reparar desde 2007 – Los acantilados del Infierno – Las icnitas o restos de pisadas de dinosaurios en los roqueros de Tereñes, Santa Marina o Vega – El monte Somos, con su faro y el Corveru protegen la entrada al puerto y a la ría de Ribadesella – La playa de Vega y el desfiladero de Entrepeñas han sido declarados Monumento Natural – El paseo de la Princesa Letizia y los originales murales de D. Antonio Mingote, rememoran su historia – La playa de Guadamía o Llames y los Bufones de Pria, es donde empieza el colindante Concejo de Llanes – En el extremo occidental de la Playa de Vega, se permite practicar el nudismo con discreción – El ceramista Pachu Muñiz – La Modernidad, la Emigración, la Guerra de la Independencia, el Renacimiento, Roma y la Edad Media, además de la Prehistoria, son los guiones de Toni Silva en los nuevos Murales cerámicos del puerto – Los dinosaurios de hace 200 millones de años, desaparecieron por los efectos de un gran meteorito caído en la península del Yucatán, hace sólo 65 millones de años – La costa Jurásica de los dinosaurios abarca desde el cabo Torres, en Gijón, a los cantiles del pedral y playa de Arra en Ribadesella – La gastronomía marinera, basada en el producto, del restaurante Güeyu-Mar, en la espectacular Playa de Vega.
Estoy completamente seguro que las treinta imágenes que dedico al sublime Concejo de Ribadesella y a su costa Jurásica, serán del agrado de la admiradora riosellana del pintor de Navelgas, Manolo Linares, quién me pidió más fotos en mi Portal para presumir de su Concejo en todo el Universo Virtual.
Los políticos en general, de todos los partidos, los considero unos minidepredadores o chichi-nabos, pero ojo al dato, pues hay honrosas y dignísimas excepciones. Afortunadamente, el origen de este mini recorrido por las playas del Jurásico de Ribadesella se debe a la amistad del exconsejero de Industria del Gobierno Socialista de D. Pedro de Silva, Jesús Fernández Valdés, fallecido en el año 2004, con el pintor de Navelgas, Manolo Linares.
Hace ya unos años, estaba en la aldea de Muñalén, a 2 km. de Navelgas, sintiéndome mimado por las deliciosas fabes que me había preparado Lydia, la dueña del Chigre Rural “Casa Luciano” y como estábamos solos, se sentó a mi lado para contarme parte de sus secretos. Me habló, sin saber que yo le conocía, de otro loco lobo solitario que se refugiaba en su terraza para relajarse de su estresante vida de ejecutivo comercial en Oriente Medio, después de abandonar la política activa, al perder creatividad y motivación.
Ese recóndito lugar para recargar sus fuerzas se lo recomendó el pintor Manolo Linares y una de sus muchas fans, es la que me pidió estas postales que les regalo de Ribadesella, como les decía antes.
El día 26 de julio de 2010, dediqué unas horas de mi libre e intensísima vida, a hacer justicia visual a la inaccesible playa jurásica de Arra, que está sólo a 1.6 km. al este de Ribadesella. Es una vergüenza política que desde el año 2007, no tenga unas sencillas cuerdas de apoyo en sustitución del tramo final de la escalera derruida para que jóvenes deportistas puedan relajarse bañándose en los pozos protegidos de este Nirvana playero del Jurásico Astur.
A estos gobernantes de pegatina, hay que plantarlos con la cabeza boca abajo, como si fueran cebollinos y quizás así serían algo productivos. La Princesa Letizia y el Príncipe Felipe son unos excelentes propagandistas del Concejo de Ribadesella, pero cuando quieren presumir de verdad, tienen que recurrir a las fotografías de mi Portal O.N.G. que tiene más de 500.000 visitas anuales, para que se joroben mis envidiosillos y cutrecillos enemigos de la mindungui profesión política.
Los jóvenes deportistas amantes de la naturaleza salvaje, que duermen en Ribadesella, pueden ir andando a la Playa de Arra por la carretera local AS-263 en dirección a Llanes, a 800 metros del cartel de Ribadesella por esa carreterina, se encuentran a mano izquierda la desviación a esta maravilla playera del Jurásico. GPS de la desviación (43º 27´29” Norte y 5º2´39” Oeste). A 50 metros por la carretera asfaltada cruzan con cuidado la vía del tren y desviándose por la senda de la izquierda, a 300m. junto a una casa, hay espacio para dejar 6 ó 7 coches. GPS: 43º 27´29” Norte y 5º2´39” Oeste. Al este de la misma, muy pegada, hay una pequeña portilla que deberán saltar y a 150 metros de senda marcada por las pisadas, se les aparecerá este increíble rincón. Antes había 200 escalones para acceder a la playa de piedra y sus piscinas naturales pero en 2007, la inestable ladera destruyó los últimos escalones, aunque los muy deportistas siguen bajando a este paraíso perdido. Si son ágiles y llevan bastones y cuerdas para los más patosos, podrán vivir esta experiencia sin igual, que espero que en el 2011 coloquen algunas lianas de apoyo a modo de escalera, para evitar caídas y facilitar su accesibilidad.
Si van en coche, lo más aconsejable, pues hay espacio para unos 20 vehículos, es dejarlo en el Área Recreativa del Infierno (GPS: 43º 27´35” Norte y 5º1´47” Oeste) y volver andando hasta casi la vía del tren que está a 1,2 km. del Área y en 350 metros más llegarán a ver la Playa de Arra.
Después de andar un buen rato, paré en Ribadesella para hacerles unas fotos de la Ría en pleamar y de la Playa de Sta. Marina, desde la atalaya de la Ermita de la Virgen de la Guía. Luego mi X3, que se sabe de memoria el camino, me llevó a la Playa de Vega, “Monumento Natural”, para que almorzara a las 5 de la tarde unas cigalas a la plancha y de segundo una cola de Pixín, ambos con el punto exacto de cocción que da Abel, en su Restaurante Güeyu-Mar, y cuyos datos pueden ver en mi Guía de Restaurantes.
Ya ven lo dura que es la vida del Gourmet, a pesar de la Crisis en que nos ha enterrado nuestro inepto timonel, Sr. Zapatero. Creo que con este nuevo álbum he contribuido a descubrirles este increíble rincón de la naturaleza astur que es el Concejo, Playas y Ría de Ribadesella. |