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La Ruta del Castañeru Montes es una suave ruta por un mágico bosque, en el Parque Natural de Redes, ideal para hacerla con sus hijos

 
 

 

El pueblo del Concejo de Laviana, el Condao o el Condado y su Torreón defensivo medieval del s. XIV, está a 5 Km. de Laviana, junto al río Nalón y ha sido declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento – La tradicional Casa de Comidas de el Condao, La Pomarada y su tradicional plato, el Pixín alangostado – El Concejo de Sobrescobio y su capital Rioseco – A los nacidos en Sobrescobio se les llama “Coyanes” – Soto de Agues, fue declarado Pueblo Ejemplar de Asturias por la Fundación Príncipe de Asturias en 2009 – La Iglesia parroquial de San Andrés en Soto de Agues – Desde Campiellos se inicia la Ruta a la Xamoca – La Ruta del Río Alba o a las Foces del Llaímo – Escobio significa en asturiano desfiladero – La Ruta al Torreón de Villamorey, cerca de La Polina – El embalse de Sobrescobio se construyó en 1978 y provee de agua a la mayor parte de ciudades del centro de Asturias – Ladines y su suave ruta al molino harinero – En al Area Recreativa del Castrin, se ha construido un Centro de Recuperación de la fauna salvaje del Parque de Redes – El emblemático Pico Cuyargayos – El bosque Castañeru Montes y el Pico La Corona de 573 metros.

    El miércoles 27 de octubre del 2010, el pronóstico del tiempo era espectacular y decidí mostrarles imágenes de una suave Ruta del Castañeru Montes, en el Concejo de Sobrescobio, del Parque Natural de Redes. Su capital Rioseco, está solo a 45’ del centro de Asturias y es una experiencia cómoda y atractiva acercarse solos o con sus hijos a vivir un delicioso paseo por un bosque de Castaños y praderías ganaderas con vistas al embalse. Son solo 6,5 Km. y se andan despacito en un máximo de 2 ½ horas, sin ningún riesgo y con poco esfuerzo.

    Aunque en la publicidad oficial se recomienda iniciar el recorrido por una pista señalizada que parte del parking, que verán a la izquierda nada más cruzar el río Nalón, por la carretera que va de Rioseco a Soto de Agues, yo voy a empezarla por el final, a la inversa, pues así tendrán mejor luz cuando hagan las fotos del paradisiaco valle donde está Soto de Agues y se inicia la Ruta del Alba. Les recomiendo, al ser un paseín my cortito que sigan mi ejemplo y vayan a probar el Pixín alangostado, que vale 19 € y preparan de maravilla en el Restaurante La Pomarada, en el Condado, que está casi al lado de Rioseco en el colindante Concejo de Laviana, es importante que llamen antes para asegurarse que tendrán preparada esta delicia gastronómica, plato muy popular y absolutamente desconocido para nuestros bienvenidos turistas.

    En las próximas fotos harán a mi lado este recorrido virtual. .




Siempre paro a disfrutar la serena belleza del Torreón defensivo de el Condado, junto al mítico río Nalón que es uno de los pocos ejemplos que hay en Asturias de arquitectura militar del s. XIV. Luego volveré a comer el pixín alangostado.





Aunque está con poco agua el embalse de Rioseco, siempre muestra su salvaje belleza, al fondo se ven las aldeas de La Polina y Villamorey, en el camino hacia Soto de Agues.





Los caballos disfrutan comiendo los verdes brotes de plantas semisumergidas que afloran y se desarrollan con rapidez cuando baja el nivel de sus aguas.





El día está espectacular. Yo he dejado mi fiel X3 en el parking para unos 20 vehículos que encontrarán a la izquierda nada más cruzar el puente sobre el río Nalón y he andado 800 m. hasta, en la primera curva de la carretera hacia Soto de Agues, encontrarme con esta casita de La Polina y por la parte de atrás, ascender un poco hasta las ruinas de una antigua iglesia y debajo del cementerio se inicia la suave senda ascendente hacia el Castañeru Montes.





Al ir ascendiendo verán a su derecha las guapísimas praderías ganaderas que rodean Villamorey. El cielo está absolutamente limpio y transparente.





Esta es la aldeína de La Polina, donde he iniciado el paseíto relajante por este mágico castañero.





Las hojas caídas del Otoño, protegen nuestro calzado del barro que con las lluvias de esta Estación se forman en algunos rincones donde entra poco el Sol.





Con el zoom para que disfruten sus ojos y los vecinos de Villamorey, les regalo esta imagen.





La ruta es amplia y cromáticamente preciosa.





Entre los claros del bosque, les obsequio lo que verán sus ojos.





Las hojas de los avellanos y castaños empiezan a caer, para renacer otra vez con la próxima Primavera.





He preparado este idílico bodegón con erizos de castaños, musgo y helechos que sorprenderán a sus hijos.





Los rayos del Sol, crean un efecto paradisiaco al tratar de acariciar el suelo de la senda.





El caminín perfectamente marcado no tiene la más mínima perdida ni el más mínimo riesgo, excepto que les caiga algún erizo de castañas sobre sus cabezas. Para proteger a sus hijos y a Vdes. les recomiendo llevar a modo de casco una sencilla gorra de protección solar.





Se que están disfrutando con las bellas imágenes que nos brinda este mágico castañero.





Me encanta mostrarles los recorridos virtuales previos, así saben lo que van a ver y lo saborearán mucho más.





Al fondo las bellas praderías que rodean Soto de Agues, Pueblo Ejemplar de Asturias 2009, y lugar donde se inicia la mítica Ruta del Alba.





Este es el camino donde se inicia la senda después de pasar por el bosque, paralelos al edificio construido donde estaba el Área Recreativa del Castrín y ahora es un Centro de Recuperación de la fauna salvaje del Parque de Redes. La Crisis ha parado casi las obras y aún no han podido inaugurarlo; espero que al menos señalicen el recorrido alternativo de la ruta que lo bordea, para que nadie se despiste.





Menudo paradisíaco rincón de la Naturaleza Astur, donde se ubica Soto de Agues. Allí se inicia la mítica Ruta del Alba, que pueden ver en otros de mis álbumes.





Seguimos bordeando praderías ganaderas rodeadas de rústicos troncos delimitadores.





El caminín se dirige hacia el Norte y es tan bello que las imágenes hablan solas.





Vista retrospectiva del Castañeru Montes que acabamos de abandonar.





A pesar del seco verano las praderías ganaderas, mantienen su fresco verdor que relajará su vista y sus mentes.





Este es un variado bosque Astur con especies totalmente autóctonas.





Esta es la bellísima aldea de Campiellos, debajo del mítico Pico La Xamoca que tengo en otro álbum.





La misma imagen de la foto exterior, al Norte de Campiellos pero sin acercarla con el zoom.





El caminín se aclara de arbolado en algunos cortos tramos.





Esta es una de mis setas favoritas, se llama coprinus comatus o matacandil, es imposible confundirlo con ninguna otra parecida venenosa y es una delicatessen gastronómica total. Recién cortada, después de limpiarla con un trapito, hay que trocearla y freírla con rapidez, pues enseguida se ennegrece y pierde su salvaje sabor. Crece también sobre terrenos arenosos y de relleno y mezclada con huevos de aldea, en revuelto es un plato de los que se recuerdan siempre.





Aunque no soy un megaexperto micólogo, desde el s. XIII he vivido la increíble aventura de ir al bosque con cesta de mimbre y una navaja atada con una cuerda para no perderla y recolectar estas joyas de los bosques, ya que cogiéndolas uno mismo el rito del sabor se engrandece hasta lo sublime.





Vuelvo a mostrarles al fondo La Xamoca y la aldea de Campiellos, donde hay una de las Rutas salvajes aptas para minusválidos, a los que admiro y respeto profundamente, pues yo soy casi uno de ellos.





Al fondo se ve el fínal del embalse de Rioseco y el desfiladero por el que discurre el río Nalón y la carretera que me llevará pronto al Rest. La Pomarada en el Condado.





Las praderías ganaderas con las vacas Casinas, el embalse de Rioseco, la idílica aldea de Campiellos y el mítico Pico La Xamoca, crean una postal espectacular.





Con esta imagen completo la panorámica de la postal anterior.





El camino se ensancha y en muchos tramos con inclinación está hormigonado para facilitar el paso de vehículos ganaderos.





Se van alternando las zonas con proyección visual, con otras en que el arbolado nos brinda su protectora sombra, que en verano es de agradecer.





Los picos montañosos que rodean este enclave de singular belleza, son objeto del deseo para deportistas de más nivel.





A mi siempre me ha gustado ver los picos desde abajo, pues las vegetaciones que se escalonan en diversas alturas les dan a las fotos una mayor variedad cromática y yo además de ser un gourmet desde el s. XIII, soy un esteta de la belleza natural y humana a la que rindo culto desde siempre.





Estas separaciones ganaderas con troncos proceden casi de la Prehistoria rural Astur.





En estas pequeñas cabañas ganaderas, antiguamente los pastores vivían todo el verano para cuidar y proteger sus reses del ataque de oso y lobos, con la ayuda de sus fieles perros.





Las cabañas mayores, también se aprovechan para recrear sus propietarios la salvaje sensación de vivir en verano, lejos del mundanal ruido y reverdecer sus almas con la experiencia de su pasado.





El camino inicia su descenso hacia Rioseco, donde he dejado mi coche, nada más cruzar el río Nalón a la izquierda en un amplio parking.





Vista de Rioseco, al fondo, encima de Campiellos que está a 1 Km. se inicia la mítica ruta ascendente hacia La Xamoca, que pueden ver en otro de mil álbumes. Estoy seguro que el paseíto habrá sido muy placentero para sus ojos y yo estoy feliz por ayudarles a saborear y conocer lo mejor del Paraíso Natural Astur.





En poco más de cinco minutos he llegado al Condado y antes de sentarme a desfrutar en la tradicional Casa de Comidas La Pomarada, he recogido de cerca el escudo nobiliario que define la propiedad de esta Torre militar, que protegía el acceso a Asturias desde el puerto de Tarna.





La Pomarada es una Casa de Comidas, con mayúscula, que me encanta, ya que mantienen viva la historia gastronómica del Alto Nalón. Son muy cordiales en el trato y hacen arte de su noble oficio. El pixín o rape alangostado estaba delicioso y se toma con dos salsas en frío como la langosta. En mi Guía tienen el teléfono, procuren preguntar antes qué pueden comer. Los callos pequeñinos que tomé de aperitivo son también otra maravilla artesanal, adiós amigos.

 
     
     

 
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