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En esta mi tercera visita a esta sorprendente Sintra; he dejado el coche aparcado junto a la entrada de Los Lagos junto al Corral de Patos para subir andando por su Parque en unos veinte minutos, al Palacio de la Pena, que es la expresión máxima del Romanticismo del siglo XIX en Portugal, nación que, como bien sabéis, idolatro y promociono con todas mis fuerzas en Internet.
Este Palácio Nacional da Pena fue mandado construir por Dom Fernando II rey consorte de Doña Maria II a mediados del siglo XIX.
La mejor forma de visitar el Parque y Palacio da Pena y el Castelo dos Mouros, es utilizar preferentemente los días de semana, cuando la ocupación es un poco menos intensa que los findes, el autobús 434 que parte de la estación de trenes y del puesto de turismo de Sintra.
Vista de la relajante y bien atendida terraza de la cafetería y tienda de recuerdos que está enfrente de la puerta de entrada al Palacio de la Pena, presidida por el Escudo de Armas del rey Fernando II de Portugal.
El Parque de la Pena ocupa aproximadamente ochenta y cinco hectáreas que gozan de especiales condiciones geológicas y climáticas.
Pórtico alegórico de la creación del mundo, con la figura de un tritón, medio hombre y medio pez.
Uno de los lugares, que si son muy románticos, les aconsejo visitar, accediendo al Parque por la entrada del chalet por el Mouco es el Jardín de la Condesa d'Edla, segunda esposa de Don Fernando II, cuya boda se celebró el 10 de junio de 1869, suerte que nunca tienen la mayoría de silenciosas y sufridas amantes.
El Castelo dos Mouros, del siglo VIII, casi inexpugnable entre los riscos de 500 metros de altitud de la sierra de Sintra, fue arrebatado a los musulmanes, mis primos carnales, en el año 1147 y Dom Fernando II lo reconstruyó parcialmente en el siglo XIX. Su visita es emocionantemente obligada en un corto paseo desde la entrada principal del Palacio de la Pena o desde la entrada de los Lagos.
Espaciosa pradería que rodea la entrada al pequeño hotel 5* vintage que se llama Tivoli Palácio de Seteais, que además de ser un alojamiento singular, es un Museo de la historia de Sintra. Sus precios no son excesivamente caros y a mis innumerables seguidores Premium les aconsejo reservar al menos tres noches, ya que es un lugar completamente mágico.
La idílica y pequeña piscina del icono hotelero de Sintra que es el Tivoli Palácio de Seteais, está en un rincón de su boscoso y salvaje jardín que aunque seáis jóvenes fashion solo amantes de la modernidad os embrujará totalmente la fuerza seductora de este mágico lugar y para no cabrearos por la mala costumbre que tienen algunos colegas y buenos hoteleros portugueses de cobrar Internet a sus huéspedes, deberéis daros previamente y gratuitamente de alta en su GHA Discovery Card y así además de Internet gratuito, tendréis periódico a vuestra elección free y botellas de agua mineral como award de cortesía por vuestra nueva tarjeta de fidelización Gold.
Imagen de uno de sus clásicos salones atendidos por un personal híper profesional, donde desayunar o cenar con las notas de un piano maravilloso os hará vivir una experiencia que tardareis mucho tiempo en olvidar y que seguro tratareis en el futuro de repetir pues a pesar de tener algunos defectos estructurales, su bien llevada longevidad y la clase que atesoran todos sus empleados os hará sentiros tratados como reyes es esta ciudad Patrimonio de la Humanidad, que yo ya he visitado en tres ocasiones a lo largo de mi vida y siempre como os decía pienso pronto en volver. Un taxi desde el centro de Sintra os costara no más de 5 euros y si bajáis andando por el arcén de una estrecha y pronunciada carreterina tardareis unos 15 minutos en agradable paseíto, con la ventaja añadida de que la misteriosa Quinta da Regaleira está a solo a 150 metros del Palácio de Seteais.
La magia y los misterios esotéricos, algunos con raíces masónicas, envuelven el maravilloso bosque rodeado de cuevas y edificios que os trasladaran a los albores de un mundo enigmático y sorprendente pleno de pasión y razón en un dialogo entre las fuerzas telúricas de la tierra y el cielo que convierten a Quinta Regaleira en un espacio singularmente Único de todo el universo conocido.
Mientras relajadamente paseaba por los jardines creados como residencia familiar de veraneo por el millonario, humanista, científico y filántropo de ascendencia portuguesa nacido en Río de Janeiro del Brasil imperial en 1848, llamado Carvalho Monteiro, apareció entre las copas de los frondosos y variados árboles exóticos la pétrea figura sobre los riscos que presiden Sintra, la fortaleza del Castelo dos Mouros, de mis primos ascendientes musulmanes y yo emocionado les traslado con la cercanía del zoom, esta sensación vivida.
Imagen de mi ayudante de campo, delante de la bellísima capilla neomanuelina entre cuyos muchos simbolismos incluye los que aluden los de la Orden de Cristo, herederos de la misión templaria. La cripta tiene un acceso subterráneo que la comunica al Palacio de la Regaleira, por lo que es muy recomendable para disfrutar a fondo de esta singular visita llevar una pequeña y potente linterna led para alumbrar a fondo los tenebrosos y eróticos secretos de sus muchas y maravillosas Grutas.
La Torre invertida o Pozo Iniciático se hunde en la tierra cerca de 27 metros y el acceso a su base a través de su escalinata en espiral les llevará a sentir la consagración de connotaciones herméticas y alquímicas en una excitante cópula amorosa entre lo más sexy de la Tierra y Cielo. Cerca de la Gruta del Laberinto el Paseo de los Dioses les permitirá dialogar sin intermediarios con las míticas estatuas de divinidades clásicas que representan a Venus, Fortuna, Orfeo, Flora, Ceres, Pan, Dionisio, Hermes y Vulcano, ahí es nada, amiguinos, menudo equipazo para jugar y ganar la Champion de los Dioses.
Bajo las chimeneas blancas que sobresalen al fondo de la imagen se ubicaba el Palácio Nacional de Sintra, construido en el siglo XIV combinando distintos estilos, siendo ampliado en el siglo XVI. La amplísima plaza que lo rodea es el corazón turístico de esta singular ciudad que según el dicho popular no se ha terminado de ver el mundo hasta que no se conoce Sintra. Otra de mis recomendaciones es que traten de almorzar uno de los días de su estancia en esta subyugante villa, en el restaurante del hotel Lawrence's, donde solía alojarse Lord Byron y seguro que notaran la compañía de sus pensamientos y palabras. Este pequeño y sencillo hotel boutique construido en 1764 es el más antiguo de toda la península ibérica y disfrutar de la mirada de las plantas de su recoleto jardín es una vibrante experiencia, junto con los sabores de una no muy cara, relajante y deliciosa comida.
El corazón dulcero del Centro Histórico de Sintra es sin ningún genero de dudas la Antiga Fábrica de Queijadas Piriquita, que tiene un más amplio local en el numero 18 de la misma Rua das Padarias nº 18, ya que el original siempre esta abarrotado de turistas deseosos de probar sus riquísimas especialidades; las quijadas, los travesseiros, los pasteis de Sintra y los pasteis Cruz Alta y un amplio etc. de sabrosísimos dulces portugueses, que me chiflan. En la imagen les muestro el primer platito de mis habituales meriendas, con dos pastelitos de nata o de Belem, un pastel de Sintra y un pastelito de la Cruz Alta, acompañado de un tonificante café con leche; luego repartíamos un travesseiro o almohada rellena de pasta de huevo, almendra y azúcar y finalizábamos hasta el día siguiente con una queijada, que es el postre que mejor se identifica con el romanticismo del siglo XIX que se palpa en todos los rincones de esta ciudad palaciega y plena de ajardinada saudade. Para ir saboreando sus especialidades visiten es-es.facebook.com/pastelaria.piriquita.
Pasar cuatro horas de una tarde, rodeados de la belleza natural que atesora el Parque de Monserrate, transmite una sensación de relajante paz casi celestial. En esta imagen quiero compartir la emoción que se siente al estar rodeado de una extraordinaria colección de arbóreos helechos en el Valle de su mismo nombre. El Parque de Monserrate, realizado por Sir Francis Cook, es el icono de los jardines románticos de Sintra y es casi un delito no visitarlo con tiempo y calma. Lord Byron, impresionado por su singular belleza, dijo "Que reúne en sí, toda la naturaleza salvaje de Escocia y el verdor del sur de Francia".
Este bellísimo manto verde que rodea el Palacio de Monserrate fue la primera pradera de césped plantada en Portugal, su singular superficie de doble curvatura, les exigió crear un original sistema de riego. Si visitan este Parque a principios del verano, tendrán ocasión de ver el Árbol de Navidad de Nueva Zelanda cubierto con flores rojas, el nombre de esta singular especie natural es Árbol de hierro y su imagen está al fondo izquierda casi pegado al Palacio de verano del millonario inglés Francis Cook (1817-1901).
Además de los paneles indianos de alabastro, de estilo mogol y la Cúpula del Atrio principal, quizás la foto que he escogido de la Galería o pasillo de conexión entre las tres torres del Palacio con una armónica sucesión de arcos y columnas, recoge con creces la magia romántica de este increíble lugar.
Esta antigua propiedad rural de 33 hectáreas atesora una notable colección botánica con especies de todo el mundo, perfectamente aclimatadas por su húmedo y protegido microclima. La Fuente del Tritón que precede el hall de entrada y que les muestro en la imagen, tiene un camino de acceso bordeado por pérgolas ornamentadas por Glicinias y Jazmín que transmiten sus primaverales y embriagadores perfumes. El Parque de Monserrate resulto vencedor, con toda justicia, del European Garden Award 2013.
El Cabo da Roca es sencillamente el lugar más occidental de la Europa continental superando al Cabo Finisterre en 15 Km. Son dos lugares sorprendentemente mágicos y las comparaciones son odiosas ante tantísima y electrizante belleza; para mí Fisterra es más intimista y Cabo da Roca es más salvaje y desde ambos lugares en días muy despejados se aprecia un poco la redondez de la tierra en el horizonte infinito. Está a 18 Km. de Sintra y los acantilados con 140 metros de altura y mucho viento que es uno de sus huéspedes habituales, acongojan y emocionan, sobre todo si tienen la fortuna de poder ir cualquier día excepto los fines de semana como hago yo habitualmente, pues para eso soy independiente noveno dan turístico desde el siglo XIII. El aparcamiento es amplísimo con un bar y una tienda de souvenirs donde venden un certificado para dar fe y presumir con otros mindundillos conocidos. Recuerden llevar ropa de abrigo y ser cuidadosos con los menores a su cargo, por la fuerza del viento y la peligrosidad de los acantilados. Si hay pocos visitantes, se podrán hacer la foto de rigor bajo el monumento erigido por las autoridades de Sintra en 1979, que contiene las coordenadas; 38º 47´ Norte & 9º 30´ West y la frase del poeta Luis de Camões, del siglo XVI, escribiendo en Os Lusiadas "Donde la tierra se acaba y el mar comienza". También hay un faro que es el tercero más antiguo de Portugal y señaliza la barra marina que da entrada a la bahía de Lisboa. El acceso por carretera está en buen estado y no es nada miedoso, para los que sufren el mal de las alturas. Si están cerca su visita es muy recomendable y seguro que les emocionará, aunque sean insensibles a todas las bellezas naturales.
Esta foto del mágico atardecer en Cabo da Roca se la dedico a todos los miles de seguidores de mi web, que según me escriben algunos en sus mails, disfrutan solidariamente de todas las experiencias que les regalo habitualmente, aunque por su estado físico o económico jamás podrán ellos vivir, pero quiero que sepan que siento su afecto y compañía cerca de mi insensible corazón, aunque muchas veces siguiendo ordenes de mi amante, la cabrona y viciosa Diosa Frigidonia, les tenga que llamar cobardes y envidiosos mindundillos, pues haberlos haylos y yo disfruto dándoles candela. Como curiosidad para los modernitos tecnológicos, que no saben hacer ni una buena y jugosa tortilla de patatas como las que les preparan sus mamás o abuelitas, según Tripadvisor, el Cabo da Roca, es la segunda atracción más popular de Sintra, detrás de la inconmensurable Quinta da Regaleira, que es líder absoluta en popularidad por su inconmensurable belleza.
Como todos bien sabéis yo soy un empresario hotelero Premium que mi profesión es además mi principal pasión y cuando encuentro algo que me llama la atención trato como hacéis vosotros, de conocerlo, con la gran ventaja desde siempre que tengo el control del tiempo libre y medios suficientes para podérmelo permitir. Y el hotel Penha Longa, considerado por la Guía Michelin, el mejor hotel de lujo de Portugal, era una de mis asignaturas pendientes que ya he aprobado con nota alta, como es aburridamente habitual. Está en un lugar precioso dentro del Parque Natural de Sintra y sus casi doscientas habitaciones son objeto del deseo, esencialmente para los forofos del golf, que no es mi caso, pero su confortabilidad es singular y se merece su categoría y la visita, aunque no haya llegado en helicóptero como hacen sus más fashion y ricachones clientes del mundo entero.
Hay imágenes que no necesitan mucha explicación y esta es una de las más relajantes dentro de este Resort singular alejados de la visión de espectadores no autorizados, pues la privacidad y seguridad del complejo es absoluta. Los desayunos son excepcionales y sus dos restaurantes estrella son el que gestiona Sergi Arola y Midori que está considerado el mejor restaurante japonés de Portugal.
Esta es la nueva piscina colindante a la anterior, para ampliar los metros de solárium exterior para los innumerables acompañantes de los más aficionados a jugar al golf. Los comentarios críticos deberán buscarlos en Tripadvisor pues ya saben que no siempre es oro todo lo que reluce.
Un Palacete del siglo XV está en el origen de este espectacular Resort de Lujo y en su iglesia se celebran las bodas más glamourosas de los alrededores de Lisboa, pues tienen capacidad para hasta 700 invitados en pleno Parque Natural Sintra Cascais. Para mi tenía un valor añadido por su localización, excepcional; que es su cercanía al restaurante del Hotel Fortaleza do Guincho, donde tenia reserva para disfrutar una maravillosa cena, con el atardecer colindante del Cabo da Roca, como les explico en las siguientes fotos.
Imagen de la espectacular y surfera Praia do Guincho y del edificio donde se ubica el sorprendente hotel y restaurante Fortaleza do Guincho donde tengo una mesa reservada para cenar después de ver el atardecer más occidental de la Europa continental. Más al fondo se ve el Cabo da Roca que les he mostrado en fotos anteriores.
Vamos a entrar en un lugar absolutamente mágico inaugurado como hotel restaurante Fortaleza do Guincho en el año 1998, pueden verlo en su web www.fortalezadoguincho.pt y que el año 2001 le concedieron una merecidísima estrella Michelin.
Este es un lugar que me emociona solo con su recuerdo y al que espero volver pronto. Esta playa que nos separa del mítico Cabo da Roca se llama Praia do Abano y está colindante al norte con el edificio de la Fortaleza do Guincho donde se ubica un pequeño hotel Relais & Chateaux y el galardonado restaurante por la Guía Michelin. Los amantes del windsurf son los habituales usuarios de este salvaje arenal, que es el más occidental de la Europa continental.
Si viajan a Lisboa y seguramente visitaran el Cabo da Roca cerca de Cascais-Estoril y Sintra, no dejen de entrar a comer o beber algo en el bar del hotel restaurante Fortaleza do Guincho, pues sus precios que pueden ver en Internet son baratísimos y el espectáculo que van a disfrutar a través de sus ventanales tiene una impactante belleza, visto desde este relajante saloncito situado junto al bar.
En esta primera mesa de la derecha, casi pegadito a las agrestes olas del mar, es donde cenamos después de comprobar, en un atardecer sin igual, la casi curvatura del horizonte al sumergirse el sol en el océano Atlántico. Los precios para la calidad de la cocina y el impecable servicio que ofrecen me parecen bastante baratos y el menú degustación de 90 euros, sin lógicamente bebidas, me parece también muy razonable, ya que tienen menos de veinte mesas y se ocupan una sola vez en cada servicio de comedor, por lo que la reserva previa confirmada es fundamental si quieren vivir esta experiencia sublime. El sommelier, que es extraordinario, les aconsejará sobre las joyas que tienen en su bodega y yo les recomiendo que prueben una curiosidad vitivinícola como es el vino tinto de esa zona, Monte Cascas 2009 de Colares que se elabora con los frutos de viejas cepas Ramisco, que fueron gracias al subsuelo de arcilla donde están plantadas, de las pocas que resistieron la terrible plaga de la filoxera.
El primer plato que compartimos fue lavagante salteado con hojas de combaya perfumada con galanga, citronela, cacahuete, coco y jengibre.
El lombo de bacalao, según mi ayudante de campo, gran guisandera y gourmet alumna predilecta mía, estaba riquísimo en todos los aspectos y por solo 42 justísimos euros. Venia acompañado en plato aparte de una originalísima guarnición que nos sorprendió gratamente.
El porco preto de raza alentejana que ven en la imagen resultó también otra exquisitez por 46 euros.
Mi postre fue este brioche caramelizado con pessegos y complementos, por solo 16 euros. Espero y deseo que mis imágenes les ayuden a decidir Escaparse a Lisboa y sus alrededores, ya que desde Asturias es un comodísimo viaje de solo 40' que realiza diariamente la excelente línea aérea TAP con tarifas razonables.
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